Enix
Hay rincones de Almería que conviene conocer de cerca. El pueblo de Enix es, sin duda, uno de ellos. Situado a 750 metros de altitud sobre la Sierra de Gádor, este pequeño municipio nos permite disfrutar de una de las paradojas ambientales más singulares del sur de España: un microclima suave y fértil de valles y promontorios desde los que se divisa el Mediterráneo que baña hacia el Cabo de Gata al último desierto virgen de Europa.Y no hay más secreto que el agua. La sorprendente abundancia de corrientes subterráneas en esta zona, descubiertas y usadas ya hace siglos por los árabes, ha hecho de Enix un entorno propicio para una agricultura que, sin renunciar a los avances de la técnica, no entiende de prisas ni de urgencias.
Casas blancas, piedras con historia de siglos, rumor de fuentes y sonido de viejas campanas. Sol y cal. Olivos, almendras y vides. Toda la tradición cultural del Mediterráneo acude a nuestros sentidos a medida que vamos subiendo hacia Enix y nos recuerda que todavía es posible vivir pausadamente y que hay lugares en donde el ritmo de la vida discurre en paralelo con los ciclos de la Naturaleza.
Agua, brisa y cielo limpio. Así es el entorno en donde crecen nuestras vides y donde maduran las uvas con las que hacemos nuestros vinos.